lunes, 19 de septiembre de 2011

Libre

La canción habla del primer alemán que murió intentando atravesar el muro de Berlín, el 17 de agosto de 1962. Peter Fechter, un obrero de la construcción de 18 años. 

Peter y su amigo Helmut Kulbeik, tenían pensado esconderse en el taller de un carpintero, cerca del muro, y, tras observar a los guardias de la "frontera" alejándose, saltar por una ventana hacia el llamado "corredor de la muerte", atravesarlo corriendo y saltar por el muro, a Berlín Oeste. 

Hasta llegar al muro las cosas salieron bien, pero cuando se encontraban arriba, a punto ya de pasar al otro lado, los soldados les dieron el alto, y a continuación dispararon. Helmut tuvo suerte, Peter resultó alcanzado por varios disparos en la pelvis, cayó hacia atrás, y quedó tendido en el suelo en la "tierra de nadie", durante cincuenta angustiosos minutos, moribundo, desangrándose, a la vista de todos, y sin que nadie hiciera nada. Gritó pidiendo auxilio, pero los soldados soviéticos que le habían disparado no se acercaron, y lo único que pudieron hacer los soldados americanos fue tirarle un botiquín, que no le sirvió de ayuda, ya que sus graves heridas internas le impedían moverse, y poco a poco fue perdiendo la consciencia. 



Durante casi una hora, los ciudadanos de ambos lados de Berlín contemplaron impotentes su agonía, gritando a los soldados de ambos lados para que le ayudasen. Pero ambos bandos tenían miedo de que los del otro lado les disparasen, como había pasado en otras ocasiones anteriores. 


Cuando por fin se acercaron los soldados de la RDA y se lo llevaron, los ciudadanos de ambos lados gritaron repetidamente "¡asesinos, asesinos!". En el lado occidental, se sucedieron las protestas y las manifestaciones los días siguientes, y los habitantes del Berlín Oeste comprendieron claramente lo difícil que sería para sus familiares y amigos del Berlín Este el intentar escapar. Asimismo, también se dieron cuenta, decepcionados, de que los soldados americanos, en pleno auge de la Guerra Fría, no harían nada para ayudarles en circunstancias similares. 



 TIENE CASI VEINTE AÑOS y ya está 
 cansado de soñar;
 pero TRAS LA FRONTERA está su hogar, 
 su mundo y SU CIUDAD. 
 Piensa que la ALAMBRADA sólo es 
un trozo de metal 
 algo que nunca puede detener 
 sus ansias de volar. 
 Libre, como el sol cuando amanece yo soy libre, 
 como el mar. 
 Libre, como el ave que escapó de su PRISIÓN 
 y puede al fin volar. 
 Libre, como el viento que recoge MI LAMENTO Y MI PESAR, 
 camino sin cesar, detrás de la verdad, 
 y SABRÉ LO QUE ES AL FIN LA LIBERTAD. 
 Con su amor por bandera se marchó 
 cantando una canción; 
 marchaba tan feliz que NO ESCUCHÓ 
 LA VOZ QUE LE LLAMÓ. 
 Y TENDIDO EN EL SUELO SE QUEDÓ, 
 SONRIENDO Y SIN HABLAR; 
 SOBRE SU PECHO, FLORES CARMESÍ
 BROTABAN SIN CESAR. 

La canción, escrita diez años después de los hechos, recoge una historia que dieron la vuelta al mundo, y que todavía hoy son símbolo de la crueldad humana. En el lugar donde murió Peter Fechter, se levantó en 1990 un monumento. Ya en 1997, dos antiguos soldados de la RDA fueron juzgados, y admitieron haber disparado contra Peter Fechter. Se les declaró culpables, y fueron condenados a un año de cárcel. En el juicio el forense declaró que toda ayuda hubiera sido inútil, ya que la gravedad de las heridas le hubiera causado la muerte en cualquier caso. 





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