miércoles, 17 de marzo de 2010

El ruido de la fiesta



Ya han comenzado las Fallas en Valencia.

Si algo nos caracteriza a los valencianos es el olor a pólvora que existe estos días en casi todas las calles de nuestras ciudades.

Siempre se ha dicho que Valencia es la cuna de la música de banda (en cada pueblo, por pequeño que sea hay una agrupación de instrumentos de viento y percusión), por este motivo las orquestas profesionales de España se nutren de músicos valencianos para las cuerdas de viento y percusión.

Otra característica valenciana, que no se entiende muy bien, es el amor por el ruido que produce la pólvora. Los fuegos artificiales se entienden en la Comunidad Valenciana como algo normal. Es sorprendente observar como los padres llevan a sus niños a espectáculos en los que el nivel sonoro puede resultar perjudicial para la salud de sus oídos, sin la mínima protección. Ese amor por el ruido va pasando de generación en generación (quizás por eso tengamos tantas personas con problemas de audición).

Siempre me he preguntado cuál era la razón de este amor por el ruido y el olor de pólvora, quizás un antropólogo sea capaz de encontrar más de un motivo para ello, pero a mi me han molestado mucho todos estos ruidos y procuro evitarlos (cosa harto difícil en las ciudades tomadas por los seguidores del ruido ensordecedor).

Como me veo obligado a que conozcáis un poco esta fiesta, he elegido un vídeo en el que los fuegos artificiales, más concretamente una mascletà, siguen una canción de un dúo de percusión actual Safri Duo.

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