Todo lo que empieza tiene que terminar. Más tarde o más temprano, las cosas son así. De ese modo el carnaval también termina el miércoles de ceniza, después de haber enterrado a Don Carnal o a la Sardina (en cada lugar el difunto es distinto).
Yo quiero aprovechar la muerte del Carnaval con el nacimiento a nivel mundial de un género típico de Brasil: la bossa nova (nueva voz), que surge como el resultado de la unión de los ritmos de samba, convenientemente tranquilizados para oír en un recinto cerrado, y las armonías del Jazz que venían de los Estados Unidos.
Este tipo de música se da a conocer con una película de 1959 llamada Orfeo negro. En ella aparecen dos canciones clave de este género: Felicidade y Manha de carnaval. Antonio Carlos Jobim y Luis Bonfa son los autores de estas canciones.
Felicidade.
Manha de carnaval. Fragmento de la película Orfeo negro.
De las múltiples versiones que se han hecho (Julio Iglesias, Los Tres Tenores, etc.), me quedo con la que hizo Luis Miguel en su álbum Romances (1997).
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