Si hay algo que odio profundamente es la violencia. Y más todavía cuando algún que otro violento, disfrazado con la impunidad que otorga la injusticia y la falsedad de un golpe de Estado, se dedica a administrar una falsa justicia por su cuenta.
Todo esto viene a cuento por la noticia que ha aparecido hoy: Detenido en Chile el autor del asesinato de Victor Jara.
Victor Jara fue un cantautor que, después del golpe de Estado de la dictadura de Pinochet en Chile, fue detenido y posteriormente torturado y asesinado.
Si la música es un lenguaje universal y además se puede usar como un medio de comunicación (en ocasiones el único), ¿cuál es la razón por la que, en pleno siglo XX, se continúa callando las voces que se suponen contrarias a una ideología?
¿Es que no tiene todo el mundo derecho a expresarse? Creo que todos, sin excepción ninguna, tenemos este derecho de libre expresión (siempre sin ofender a ningún contrincante).
Traigo aquí a este mito de la canción del siglo XX (al intentar callarlo consiguieron que su música se convirtiera en algo que escapaba a cualquier red y llegase a todos los confines conocidos), que posiblemente no conozca ninguno de mis alumnos.
Para todos mis alumnos y para quién lea estas líneas: espero que os guste tanto esta canción como a mi me gusta...
Te recuerdo, Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha,
la lluvia en el pelo,
no importaba nada,
ibas a encontarte con él.
Con él, con él, con él, con él.
Son cinco minutos. La vida es eterna en cinco minutos.
Suena la sirena. De vuelta al trabajo
y tœ caminando lo iluminas todo,
los cinco minutos te hacen florecer.
Te recuerdo, Amanda,
la calle mojada
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha,
la lluvia en el pelo,
no importaba nada
ibas a encontrarte con él.
Con él, con él, con él, con él.
que partió a la sierra,
que nunca hizo daño. Que partió a la sierra,
y en cinco minutos quedó destrozado.
Suena la sirena, de vuelta al trabajo
muchos no volvieron, tampoco Manuel.
Te recuerdo, Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
2 comentarios:
espléndida entrada así como, espléndido Víctor...
No pudieron callarlo!!!
mmm!que recuerdos me trae esta canción!
abrazos
Hola Ramón!
Asi como callaron a Jara, callaron a todo artista que cantara vivencias de la gente y me refiero a cantantes, escritores, actores, etc, etc.
Fue una época nefasta que no debería nunca más suceder en ninguna parte del mundo.
No a la violencia, no a la represión, no a las prohibiciones.
Gracias por recordar a este artista. Gracias por esta canción.
Un beso grande!
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