miércoles, 8 de junio de 2011

Me gusta el botellón

Y antes de nada me explicaré:

No estoy de acuerdo en beber alcohol sin ninguna finalidad distinta a la de conseguir un estado de embriaguez cuanto antes posible.

Me gusta lo que se puede hacer con las botellas: se convierten en instrumentos. Al soplar en ellas tenemos instrumentos de viento, al golpearlas con un objeto tenemos un instrumento de percusión.

Si además de ello tenemos mucho tiempo libre, imaginación y una orquesta que se preste al experimento tenemos un anuncio único.

Desde aquí lanzo el reto a mis alumnos para que sean capaces de conseguir algo tan creativo cuando van de botellón.






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