Es posible que alguno de vosotros piense que he confundido el nombre de la obra de Edmund Loffler, y que se llama Trombones Bravos, al escribir el título del artículo de hoy.
Si hacéis una búsqueda por la Red encontraréis muchos ejemplos de esta obra, que resulta muy atractiva para el repertorio de las bandas de Música y se interpreta con mucha asiduidad.
Pues bien, en este momento, yo me refiero al hecho de la transformación de un trombón normal y corriente, en algo parecido a un arma bélica conocida con el nombre de lanzallamas.
La finalidad de este experimento no la tengo muy clara, pero, después de encontrar el vídeo que aquí os dejo, he observado, con gran incredulidad, que es una "costumbre" muy extendida, y que incluso existen varios "récords" entre los distintos creadores.
En fin, me gustaba más este instrumento en su variante más clásica, así que os dejo una muestra de lo que se puede hacer dominando al instrumento (sobre todo si te llamas Christian Lindberg)
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